sábado, 12 de febrero de 2011

¿Conocerás a Woody Allen?

Woody. Siempre Allen. El sempiterno Allen. Quizás esta sea la mejor manera de vislumbrar su nuevo film "Conocerás al hombre de tus sueños". Es que Allen, fracasado escritor (según él) supo regalarnos grandes películas durante casi tres décadas (70´, 80´y parte de los 90´); algunas de ellas, obras maestras. Una vez más vuelve sobre el existencialismo, un tema ya abordado en otros trabajos. Sueños rotos, ilusiones destrozadas que se repiten y contagian a través de los personajes que el director crea con su pluma, y que los actores materializan. Woody vuelve a construir esos seres nihilistas, que de todo descreen y con todo sueñan. La realidad toca nuevamente el cine.
Yendo a lo concreto de la película, ronda siempre un deseo oculto de que la mejoría llegará cuando ellos más la necesiten; si bien esta búsqueda de una mejor forma de vivir está presente en todas las personas, el film lleva a esos personajes a creer que un simple momento de sus vidas puede recobrar aquello que perdieron o nunca encontraron; tanto en un matrimonio avanzado como en uno joven; tanto sea en una carrera académica; o quizás en el profundo espiritualismo del alma.

Las ilusiones, formas magnificas de realidad, llevan a las personas a realizar actos para concretarlas que, muchas veces, terminan en desilusiones. Woody nos muestra cuán importantes e irreales son las ilusiones, lo cual nos lleva a reflexionar qué lugar les damos en nuestras vidas contra qué lugar se merecen. Ilusiones que nos dan felicidad imaginaria pero real, que quizás son eso y por qué uno espera más…

La ironía siempre presente, nos termina demostrando que quizás la ingenuidad sea la mejor compañera para la felicidad.

Sea tal el caso o no, este último film de Allen conserva lo mejor de aquellas décadas, no tan bien logradas como Annie Hall o Crímenes y Pecados, pero al fin y al cabo, otra nueva película de Woody. Siempre Allen.


Por Martín Castoro y Agustina Grasso

2 comentarios:

Lucas Pace dijo...

Antes que nada quiero felicitarlos por la iniciativa del blog, puesto que no cualquier persona se anima a tener uno, mucho menos darle la continuidad y actualización que el cine amerita.
Aún no he terminado de leer cada una de las entradas, pero siendo Woody uno de mis directores preferidos, aproveché para volcar algunas palabras en su honor.
Creo que la frase con la que los chicos comienzan -Woody, siempre Allen-, es una forma perfecta para denotar su tan característico estilo cinematográfico, el cual le ha llevado a atiborrar su vitrina de logros; si permiten entonces los conservadores, voy a decir que él es uno de los pocos directores contemporáneos que les siguen siendo fiel a su estilo.
Plagado de clichés existencialistas, una verborrea no aptos para soñolientos, y más de una bella señorita que opta por quedarse con el anti-héroe, Woody materializa historias que sólo unos pocos imaginarían. A pesar de que esto parezca un tanto descabellado, para disfrutar de una película de Allen, hay que saber imaginar, y saber comprender. Es precisamente él, quien va a enseñarnos a imaginar; imaginar situaciones dentro de lo cotidiano. Y comprender que como todo artista, también comete errores.
Admito que no todas sus películas han sido dignas de un caluroso aplauso, pero es reconfortante saber que de los casi 70 films producidos, dirigidos y escritos bajo su tutela, un gran porcentaje son de culto, mientras el otro resto aguarda por futuros visionarios.
Ante la ampulosidad que mi subjetividad representa, prefiero cerrar este comentario, diciendo que no hay nadie que satirice, y se ría de la vida como Woody Allen lo hace. Muchas gracias, sigan adelante.

El club de la Serpiente dijo...

Gracias Lucas por tu comentario! El cine es totalmente subjetivo, tanto para hacerlo como para degustarlo. Con Woody esto queda bien comprobado. Por lo cual, gracias por tu opinión y por compartir tu punto de vista. Bienvenidos sean!

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